"Es grandioso sentir el aire fresco de Londres otra vez", bromeó cuando salió por la puerta de la Real Corte de Justicia. "Espero poder continuar mi trabajo y seguiré defendiendo mi inocencia en este asunto", afirmó ante cientos de periodistas, según el The New York Times.
Assange, que estuvo detenido en la prisión londinense de Wandsworth, llegó al edificio en una camioneta blanca del servicio penitenciario británico, en medio de una gran atención de los fotógrafos. El australiano es solicitado por las autoridades suecas en relación con supuestos delitos de agresión sexual, todos negados por él. Luego de la decisión a su favor, del martes último, la abogada Gemma Lindfield, que representa al Gobierno sueco en la Corte británica, había apelado la medida.
Debido a la decisión de hoy, el australiano deberá cumplir estrictas condiciones: tendría que llevar una pulsera magnética, entregar su pasaporte, residir en una casa de Suffolk (suroeste de Inglaterra), y reportarse a la Policía diariamente. Mientras tanto, el abogado de Assange, Mark Stephens, informó que ayer ya se habían reunido las 200.000 libras esterlinas (U$S 313.300) necesarias para la fianza.